ME AHOGO....

Me ahogo cada día un poco más, quiero correr, correr, correr, y huir a no se dónde, desaparecer.

Y me veo tragando cada día una piedrecita, y llevo una cantera en mi estómago, y el polvillo de las piedras hace que se me taponen los pulmones y no puedo respirar. Y cada día pesa más, lo que era gravilla ahora es una montaña, no importa que sepa nadar, porque me ahogo cada día un poco más.

Quiero que alguien me proteja, quiero que me digan que todo va a salir bien, quiero sentirme segura. Quiero que me cojan de la mano. Quiero llegar a la superficie, quiero ver el sol. Quiero contarte lo que me pasa. Pero no me pueden proteger si no pido protección. Y no la pido, no quiero pedirla, quiero encontrar la forma de vivir siempre a mi manera. Pero me supera, no puedo, no avanzo, tengo los pies de hormigón. Me pesa el alma que se me escapa por la boca. Ya está bien de ser autosuficiente. Necesito sentir que no estoy sola, estoy cansada de correr, quiero parar y sacar lo que llevo dentro.

Y miro arriba y te digo que me lleves contigo, y tu, con tu dedo en forma de nube me dices que no, que aún no.

Quiero hacerme pequeñita, pequeñita, cada vez más pequeñita, hasta ser invisible, no me mires, no me toques, no me hables, no me veas. Déjame en paz.

Quiero desaparecer, quiero no existir. Necesito respirar, dejar esta angustia que se ha instalado en mi sangre, que circula junto a mis glóbulos rojos. Me falta el aire, me falta la vida, se me escapa entre los dedos. Quiero no oír el latido fuerte de mi corazón constantemente, quiero un latido suave. Tengo miedo. No quiero seguir disimulando, necesito respirar. Me duele la vida.

Y entonces me despierto, y veo que estaba soñando. O no.