VICTORIA?.... NO, SATISFACCIÓN.

Queridos todos, buenos días por la mañana. Hoy voy a hablaros de la venganza, no exactamente sobre la venganza, si no mas bien de cómo el tiempo pone las cosas en su sitio.

Llevo una guerra personal, sí, porque dejó de ser profesional para convertirse en una vendetta personal, con una persona, que se inició hace mas de 15 años, en los orígenes de mi vida profesional.

No importa el motivo, la razón, ni los hechos. Me importa como me sentí de pequeñita en ese momento. Como de insignificante me hizo sentir. Sólo pensé que arrierito somos.

Años, muchos años después, y por esas cosas de que el mundo es un pañuelo, y en el ámbito profesional en el que trabajo nos conocemos todos por estos lares, se volvió a cruzar en mi camino. Y fíjate tu que las circunstancias eran otras, mi situación había cambiado, otro cargo, otro puesto y otra responsabilidad.

Por esas gracias que tiene la vida a veces nos tuvimos que volver a ver las caras y en esta ocasión era yo la que tenia la sartén por el mango y él el que tenia que pasar por el aro. Yo la que estaba detrás de la mesa.

Se revolvió un poco como las culebras, era de esperar. Yo no perdí la sonrisa ni los papeles ni la compostura, siempre correcta. No hacia falta descender de las alturas, yo sabia que él sabia, y sobre todo él sabia que aquí quien manda soy yo.

Tras una serie de batallitas, de tiras y aflojas el negocio se cerró. Al final y supongo que tirando de la poca, poca.. no sé que palabra utilizar.. que le quedaba, aun me dijo: me suena mucho tu cara nos conocemos verdad?. Si?, pues no sé puede ser, como trato con tanta gente no lo recuerdo.

Mi profesionalidad está por encima de eso. Indiferencia, que es lo que mas duele.

Y además considero olvidada la ofensa. Puedo pasar página. Se ha tragado sus palabras y sobre todo se ha tragado con patatas el desprecio con el que me trató en su momento.

Nos dimos la mano y me faltó decirle: podéis ir en paz.

Moraleja: Hay que tratar a las personas con respeto, no importa el cargo que ocupen, porque nunca sabes cuando te las volverás a encontrar. No desprecies al de abajo, ni te creas más que nadie, porque algún día quizá la tortilla se de la vuelta y te lleves un sartenazo en toda la cara.

Feliz fin de semana, se nos escapa el mes de Julio así que aprovechemoslo.